Suelos de tierra

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Suelos de tierra

Capa de 2–5 cm sobre subsuelo.

Una vez aplicados y secos, se sellan y se estabilizan con aceite de linaza para protección contra tránsito y agua. Otros sellantes: sangre de buey, ghee, aceites vegetales o de motor, cera.

Aplicable sobre sustratos compactados o convencionales —contrachapado, OSB (Oriented Strand Board, ‘tablero de virutas orientadas’), hormigón—.

La estancia quedará inutilizada 2–4 semanas, en función del tiempo de secado.

Ingredientes básicos: arena, arcilla, fibras —habitualmente, paja troceada—.

Otros ingredientes: pigmentos, estiércol.

Textura

Nivel y lisura

Dureza

Peso

Masa térmica

Impermeabilidad, manchas

Toxicidad

Inflamabilidad

Olor

Aplicación de los suelos de tierra

Suelo de tierra sobre subsuelo compactado

A continuación de los cimientos —stemwalls—, para que se seque mientras se construye el resto.

Consiste en dos capas separadas por una barrera de vapor:

  1. Capa de drenaje. 5–15 cm. Piedras, ripio, vidrios —aprox. 2,5 cm— que drenen bien para que la humedad no suba al suelo; sin finos, pues podrían obstruir los huecos.
  2. Barrera de vapor. Lona o plástico impermeable sobre la capa de drenaje; si son varias piezas, deben solaparse ampliamente. Para aislamiento térmico entre el drenaje y la capa compactada, superponer varias capas de vidrios, piedra pómez o vermiculita separadas con barrera de vapor.
  3. Mezcla de suelo. 10–20 cm. Arcilla, arena y grava.
    1. 5 cm sobre la barrera de vapor.
    2. Humedecer por aspersión para no empapar; voltear o rastrillar para asegurarse de que todo el material está húmedo.
    3. Apisonar. Repetir hasta el nivel deseado, menos el espesor para el suelo final —2 cm, normalmente—.

Suelo de tierra sobre subsuelo convencional

La superficie sobre la que se extenderá el suelo de tierra debe ser estable:

  • Suelos de madera sobre vigas flexibles: reforzar.
  • Suelos de tablas: mucha movilidad, pueden agrietar el suelo de tierra. Se puede remediar colocando encima contrachapado o OSB. Sujeciones mejor atornilladas que clavadas: unión más estable, los clavos pueden salirse.
  • Contrachapado, OSB: sellar las juntas con cinta para que la humedad no dañe el material.
  • Losas de hormigón: sellar grietas grandes. Cualquier problema de humedad debe resolverse antes de extender el suelo de tierra, el hormigón debe impedir que el vapor de agua llegue desde debajo: si es necesario, pintar con sellador o colocar una barrera de vapor.

Uniones con otros suelos: colocar separador de madera, metálico o de hormigón contra el que se pueda verter el suelo.

Capa final

Materiales: arena angulosa cribada, arcilla tamizada, paja corta.

Arena

Más basta, suelo más duro, pero más trabajoso acabado fino.

Para suelo, la mezcla puede ser pobre en arcilla y rica en arena.

Paja

Efecto visual, suaviza el suelo, aporta un poco de aislamiento y proporciona fuerza.

Mezcla

Probar la receta en 1 × 1 m.

Proporciones de partida: 1 arcilla × 3 arena × ½ paja. Mezclar los ingredientes y añadir agua hasta consistencia apenas líquida.

Extender la mezcla sobre una superficie plana, dejar secar y comprobar que no se agrieta y que crea una superficie dura y continua. No importa si es polvorienta, se estabilizará con el aceite.

Aplicación

Ventilación: ventanas, ventiladores.

Sobre suelo compactado: humedecer la superficie.

Verter un pozal de mezcla, esparcir con la mano e igualar con llana redondeada: enrasar a ojo o con testigos, buscando una superficie suave e igualada, no es necesario que sea perfectamente lisa, parecerá más natural y confortable con algunas imperfecciones.

Grosor: 1,5–4 cm. Menos grosor, secado más rápido; más grosor, más masa térmica.

Suelos desiguales: el suelo de tierra puede compensar algunas diferencias, sin son muy grandes es preferible una capa de nivelación.

Facilitar el secado: al cabo de una semana puede aparecer moho o pueden germinar semillas de la paja. Si las condiciones no favorecen el secado, añadir una taza de bórax a cada carretilla de mezcla.

Sellado y estabilización

El aceite de linaza es el más adecuado y económico. Es importante que sea aceite cocido, no crudo.

El suelo debe aceitarse solo cuando esté completamente seco: se habrá aclararado completamente su color.

El aceite penetra mejor si está tibio o un poco caliente; caldear al sol o al baño maría (punto de inflamación 205–285 ℃, ebullición 220 ℃).

Verter un poco de aceite sobre un área pequeña y extender suavemente con cepillo o un trapo.

3 manos; no es necesario esperar entre manos ni diluir el aceite. Cada mano requiere menos aceite, ya que el suelo se va saturando.

El aceite se seca en unos días. El olor puede permanecer un mes o más, pero es soportable tras una semana.

La estancia debe estar bien ventilada.

El aceite no debe quedar sobre el suelo, debe ser absorbido por este y el exceso eliminado; si no, se producirá una capa pegajosa que podría no secarse.

Los trapos saturados pueden arder espontáneamente, sobre todo si están arrugados; secarlos estirados o colgados y lejos de materiales combustibles.

El suelo será frágil durante unas semanas, mientras el aceite se asienta; se puede usar, pero es recomendable, para evitar marcas y surcos, colocar protectores en las patas de las mesas, sillas y demás mobiliario pesado.

Al secarse el aceite, los suelos se oscurecen mucho.

Mantenimiento

Barrer y humedecer para mantenerlo limpio.

Dar una mano de aceite cada 2–5 años.

Si se daña una zona: limpiar los bordes y eliminar las irregularidades; sirve un cuchillo o una navaja. Hacer mezcla, rellenar el hueco e igualar con llana; dejar secar; aceitar varias veces. Quedarán visibles las uniones.