< 40 % puede resecar las mucosas; 50-70 % reduce el polvo en el aire, activa la protección de la piel contra los microbios, acorta la vida de bacterias y virus, disminuye los olores y la electricidad estática; > 70 % es desagradable porque disminuye la absorción de oxígeno (calor y humedad) y aumentan las dolencias reumáticas (frío y humedad), se favorece el crecimiento de hongos (enfermedades y alergias por las esporas). Por lo tanto, la humedad interior más adecuada es 40-70 %.

Gernot Minke, "Manual de construcción en tierra":