El taller de carpintería
EL TALLER DE CARPINTERÍA
El taller es el lugar físico dónde se realizan los trabajos de carpintería. Está dotado de una gran variedad de herramientas, unas manuales y otras eléctricas, fijas y portátiles, grandes y pequeñas, dispuestas de forma que no se entorpezcan entre sí, cuando estemos realizando las tareas propias del taller.
No se puede trabajar en un lugar donde no haya suficiente luz, se elegirá una iluminación en el techo de tubos fluorescentes, distribuidos de forma que no aparezcan zonas con sombras. Las ventanas que puedan aportarnos luz solar serán buenas aliadas.
Los tableros han de almacenarse de canto, separados de la humedad del suelo y de forma que puedan manipularse sin dificultad.
Los trozos de madera sobrante se guardarán en un cubo de plástico.
Es indispensable un extractor que saque al exterior el serrín y polvos molestos.
En un lugar bien visible y accesible se colocará un botiquín de primeros auxilios.
La instalación eléctrica debe ser suficiente para el consumo de la maquinaria del taller, y debe estar revisada por un técnico autorizado.
La tornillería debe colocarse en pequeños botes transparentes, y sobre estanterías accesibles.
Las herramientas manuales se colgarán en un tablero vertical situado sobre el banco de trabajo, y se marcarán sobre el mismo para una mejor localización. Otras herramientas como cepillos, bastrén, garlopas, se guardarán en cajones, evitando el contacto del borde cortante con una superficie de hierro.
Los productos como lacas, barnices, tintes, etc., se guardarán en estanterías abiertas de forma ordenada, accesible y visible.
Es obligatorio instalar un sistema de extinción de incendios; si el taller es pequeño bastará con unos extintores debidamente situados y timbrados por una compañía autorizada, aunque no está de más instalar un detector de humos para alertarnos sobre un posible conato de incendio.
1. Las herramientas manuales deben estar colgadas de la pared o de un corcho. Si dibuja la silueta de cada una, le resultará muy fácil encontrar su sitio correcto.
2. La superficie de trabajo debe estar próxima a una fuente de luz, bien natural (como en este caso) bien artificial. Por supuesto, cerca de las herramientas.
3. Si dispone de sierra estacionaria, debe haber alrededor espacio suficiente para que los tableros no tropiecen con muebles o paredes a la hora de trabajarlos.
4. Siempre viene bien una superficie auxiliar para dejar las herramientas eléctricas en las pausas entre los trabajos. Evita accidentes y es más cómodo.
5. Un ángulo de taller es el mejor lugar para colocar las herramientas que menos se usan, como ésta taladradora vertical.
6. El suelo debe estar siempre limpio.Así evitará tres cosas: respirar polvo de serrín, muy perjudicial, estropear los trabajos de pintura y el riesgo de incendio si cae una chispa de una máquina.