Análisis de la tierra
El clima puede condicionar la elección del sustrato:
- Sustratos arenosos: más estables contra la humedad y si se mojan. Los lucidos con cal o cemento son menos propensos a agrietarse sobre sacos llenos con sustrato arenoso. Apropiados para cimientos y sobrecimientos estabilizados con cal o cemento.
- Sustratos arcillosos: mayor proporción de arcilla ⇒ mayores contracciones y expansiones en condiciones climáticas adversas. Apropiados para acabados terrosos enmendados con paja.
- Arenas suaves: poco útiles para construir con tierra, ni siquiera estabilizadas con cemento.
Los climas secos permiten usar sustratos diversos y acabados de cal y terrosos porque es pequeño el riesgo de expansiones y contracciones.
Climas húmedos, muros ajardinados: relleno que drene bien y acabado con emplaste de cal o cemento sobre malla.
Conocidas las propiedades del suelo, llenar sacos de prueba permite conocer el comportamiento durante el secado y la resistencia tras fraguar y decidir si debe enmendarse.
Suelo inadecuado para elementos estructurales: se puede usar en elementos sin cargas.
Si es necesario, puede comprarse suelo que en graveras se rechaza como subproducto de la extracción de gravas y arena lavada —importante tomar muestras y analizarlas—. Tener en cuenta: 58 m2 suponen 45-73 tm (6-8 personas 20 tm/3 días); puede merecer la pena traer tierra adecuada —limpia, uniforme, fácil de manejar, proporciones óptimas— para centrarse en el trabajo de construcción.